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Relatos de azotes

Mi Nueva Familia

Autor: Fer 

Nunca hubiese creído encontrarme habiendo formado una nueva familia y siendo tan feliz. Si me lo hubiesen dicho que la armonía entre mis fantasías más oscuras y una perfecta vida burguesa se iba a establecer en estos años de mi vida, hubiese contestado que me estaban hablando de otra persona.

Cuando bordeaba la cincuentena, mi matrimonio de toda la vida con Amalia acabó de hundirse. Ya venía haciendo aguas desde hace años, me atrevería a decir que desde hace lustros, nuestra interesante vida bohemia del comienzo se fue haciendo una densa rutina de reproche y rencores. La puntilla final la dieron ciertos problemas económicos derivados de mi decisión de trabajar menos horas, dejar de ser la locomotora financiera de esa relación y tratar de disfrutar un poco más del tiempo libre. Nuestra separación me causó mucha amargura y mucho dolor. Pese a que la pasión se quedó encallada en la década de los ochenta, el afecto era enorme y más de veinte años de vida en común pesan.

Después de un tiempo conocí, por motivos de trabajo a una mujer, Ana, que me devolvió el interés por relacionarme afectivamente con alguien. Solo me quedaban unos pocos amigos de toda la vida que no tomaron partido en la ruptura.

Ana fue entrando en mi vida muy suavemente, primero como amiga, luego como algo más, mientras yo iba saliendo de mi ensimismamiento. Realmente fue ella quien tomó la iniciativa un día que salimos juntos y depositó un casto beso en mis labios. Una cosa fue llevando a la otra y pese a la diferencia notable de edad de más de 15 años la relación pasó a ser algo más. Nos encontramos bien el uno con el otro y Ana me introdujo en su familia. Su madre, aunque muy mandona, una mujer inteligente y activa y su padre el típico buenazo. Ana es hija única, siendo su familia muy unida y pudiente económicamente. Ana está divorciada desde hace muchos años. Tiene dos hijas, Diana de 16 años y Mara de 14,

Fue pasando el tiempo y la relación se fue haciendo más y más cercana. Con Ana comencé a vivir una gran tranquilidad, solamente perturbada por las preocupaciones que ella sufría que tenían como fuente la conducta de sus hijas y las tonterías que hacía su ex marido. Sobre este último, Cristian, percibí de forma fría y casi de inmediato que es el típico niñato rico inmaduro y – en resumen – el perfecto cantamañanas.

Ana y yo decidimos, hará cosa de poco más de un año, ir a vivir juntos, por lo que me trasladé a su magnífico piso y pude alquilar el mío una vez se hubo marchado Amalia. Nos casamos hace exactamente 8 meses y medio.

Los primeros tiempos de convivencia fueron un poco complicados, nos tuvimos que ir adaptando el uno al otro y todo esto con Diana y Mara, dos adolescentes encantadoras pero muy desorientadas. Mimadas, indisciplinadas y siempre tanteando los límites de su madre y, por extensión, los míos.

Ana es una mujer con las ideas muy claras, una profesional independiente que no solo tiene un gran patrimonio inmobiliario y financiero sino que gracias a su impresionante Currículum Vitae se gana estupendamente la vida con su trabajo, una mujer con carácter, delgada, elegante, bien vestida con un incisivo toque de clase.

Al principio nuestra vida sexual no fue demasiado satisfactoria para mí. Ana, según me dijo tenía muy poca experiencia ya que, aparte de su marido – al cual dudo si incluir o no - sólo han pasado 3 hombres por su cama contándome a mí... Sólo conserva buenos recuerdos de un amante que luego del torpe de su marido supo rendirle los debidos tributos amorosos. Sin embargo Ana estaba muy contenta y muy feliz en este aspecto conmigo, no soy el autor del kamasutra pero me gusta hacer disfrutar a una mujer y me las apaño bien para hacer feliz a mi compañera de cama si me lo propongo.

Yo estaba acostumbrado a mantenerme en lo más profundo y oscuro del armario spanko en mi anterior matrimonio, ya que Amalia era feminista primitiva y el spanking lo podía interpretar, claro está, como una humillación de la mujer frente al varón dominante, etc., etc. y no osé exhibir mis fantasías y anhelos como spanker. Esta actividad solo se había limitado a alguna experiencia esporádica con alguna amante ocasional y en los últimos años al bendito mundo Internet.

En todo caso Ana me aseguraba desde un principio ser muy feliz a mi lado en todos los sentidos.

El problema que nos atenazaba era el comportamiento de las llamadas “niñas” que ya no eran tales. Dos adolescentes muy diferentes entre ellas pero con el denominador común de un padre bastante lelo y todas las tonterías de las chicas ricas de colegio elitista.

Diana es delgada, menuda, morena un tanto anoréxica, reservada, muy secundaria en sus reacciones, ávida lectora, muy técnica para hacer todas sus cosas y con unos hermosos ojos negros misteriosos. Viste como una top model. Es capaz de desplegar frialdad, cinismo y toda la indiferencia que haga falta. Mara en cambio, parece mayor que Diana, es rubia, alta, llena de curvas, extrovertida, deportista, sonriente, desordenada, diabólicamente seductora y muy encantadora.

Estas chicas han crecido en la teoría y práctica de la explotación de la situación de divorcio de los padres sin un límite, salvo algún esporádico bufido de Ana. Yo creo que desde un principio les caí bien a ambas, sin hacer gran cosa para ello pero procurando no hacer nada para caerles mal.

Muy rápidamente en mi nueva familia se fueron estableciendo nuevos equilibrios. Podemos decir que se produjo una reasignación de los papeles de cada uno. Ana aseguraba el altísimo nivel económico y social en el que nos movíamos, yo aportaba la figura del hombre adulto y experto y las chicas estaban a la expectativa. Esta expectativa era muy activa pues en todo momento tanteaban los límites de tolerancia de la nueva pareja, hasta que un día llamaron del colegio que se había montado un tremendo enredo en el cual ambas habían sido sorprendidas fumando porros con otros chicos, con lo que uno de ellos, noviete de Diana, resultó expulsado del colegio por haber traído el hashich. Cuando Ana se enteró se puso como una furia y las castigó sin ir a esquiar dos fines de semana en plena temporada, si bien el castigo les resbaló como tal, ese medio mes fue una etapa insoportable para la convivencia. El castigo fue peor para nosotros que para ellas. Ana sufrió mucho esos fines de semana.

Yo me mantuve al margen hasta que un día Ana me pidió formalmente que tomase cartas en el asunto de la educación de las chicas. Yo que no tuve hijos de mi anterior matrimonio le dije que tenía menos experiencia que ella pero que lo intentaría.

Mantuvimos una conversación de pareja muy seria y Ana, una mujer tan valiente y tan desenvuelta en su trayectoria habitual, estalló en su desesperación e impotencia con estas hijas tan indisciplinadas y me pidió que pusiese orden en la casa. Yo le pregunté por los métodos y hasta dónde quería que llegase. Ella casi me dejó estupefacto cuando me dijo que les diese azotes si no entendían otro lenguaje. A partir de aquí tuvimos una seria conversación familiar que las chicas se tomaron con cierta sorna y displicencia.

Una semana después, un viernes, fueron a la fiesta de una amiga y quedaron en volver sobre las 12 y media o una, a más tardar, pues cual sería nuestra sorpresa cuando ya eran las dos de la mañana y no habían vuelto.

Llamamos a casa de la amiga de Diana y nos comunicaron que la fiesta había terminado hacía rato pero que ellas no habían asistido. Las llamamos mil veces por los teléfonos móviles que ambas poseen, nada, el buzón de voz. Casi a las tres, cuando ya pensábamos llamar a la policía y a todos los hospitales de la ciudad, llegaron con alguna copa de más, muchas risas y en plan burla hacia nosotros.

Ana les dijo que esto no podía ser y que las cosas habían cambiado, la discusión fue subiendo de tono y yo entré con una postura muy inflexible. Les hice ver de una forma muy seria que esto no podía continuar así, que las cosas habían cambiado y les recordé nuestra conversación. Ellas, especialmente Diana, seguían en actitud desafiante, habían estado bebiendo claras con unos amigos y dando unas vueltas en su coche. La discusión fue subiendo de tono hasta que yo les dije:

- Esto se acabó, jovencitas, si no entendéis las cosas como personas adultas las entenderéis como niñas por lo que os voy a dar unos azotes en el culo

Ellas pasaron de la actitud burlona poco a poco primero a la incredulidad y después a la perplejidad. Esto a mí me estaba causando enormes tensiones interiores, ya que por una parte estaba en mi papel de hombre de la casa que ejerce la autoridad que mi esposa Ana me había transferido sobre sus hijas y por otra parte, y vosotros me comprenderéis perfectamente, soy un spanker y esta situación me resultaba excitante, por más que intentase negármelo a mí mismo.

En eso estábamos cuando me encontré con Diana con su corta faldita tendida sobre mis rodillas. No era el momento de echarme atrás, Ana estaba pendiente de mí. Cuando le levanté la falda hasta la cintura protestó muy airadamente y apareció un tanga blanco de una lencería de tal lujo que, una jefa del departamento de estudios del mejor banco del país no podría permitírselo, de todas formas se lo bajé hasta las rodillas dejando al descubierto sus posaderas. Diana imploraba y suplicaba que “eso no” refiriéndose a que la privase de su última protección, pero inevitablemente quedó con su pompis al aire, Ana miraba fascinada pero aprobando con su gesto la escena y en la cara de Mara se reflejaba que la cosa iba en serio.

Comencé a azotar con mi mano, creedme que es pesada, a Diana primero de forma relativamente suave para in crescendo ir aumentando la cadencia e intensidad del castigo, que iba acompañado de duras recriminaciones. Creo que fueron unos 40 o 50 los azotes que le propiné, el hecho es que al principio no quiso demostrar nada pero luego le caían las lágrimas por la cara a medida que sus nalgas enrojecían. Ana le dijo:

- Diana, ahora te quitas la falda y las braguitas y te pones de cara a la pared hasta que Fernando te permita irte a tu habitación

El espectáculo de la soberbia Diana en tacones, con su top de fiesta, sin ropa de cintura para abajo y con el culete enrojecido por el castigo fue verdaderamente digno de verse. La princesita de la casa había sido destronada. Sin embargo algo de sumisión y docilidad comenzaba a verse reflejaba en su nueva actitud.

Luego le tocó el turno a Mara, que como no podía ser de otra forma, intentó negociar que se le dejaran las blancas braguitas de algodón puestas y reducir el número de azotes alegando que no había sido idea suya y que había bebido muy poco.

Mara se resistía como una lagartija y ¡se reía! Y también lloraba. Yo me atrevería a decir que disfrutaba de la azotaina... al final ella misma se quitó la falta y las braguitas y se puso junto a su hermana, con el culete más ostensiblemente enrojecido dada la palidez de su tez.

Así estuvieron hasta las cinco de la mañana. Y esta escena se repitió varias veces pues ellas parecían provocar las situaciones para llegar a este extremo. Pero poco a poco se volvieron más obedientes y mejoraron en todas sus actitudes siendo muy cariñosas con su madre y conmigo también muy apegadas a mi persona.

Poco después, en nuestra casa de la Costa Brava se produjo un incidente nuevo en nuestra particular guerra. En casa estaban como invitados a pasar gran parte del verano David de 15 años, primo hermano de las chicas por parte de padre y Sarai de 17, una bonita chica chilena del colegio compañera de Diana. Los cuatro bajaban casi a diario a la playa y, puesto que las pautas de disciplina habían mejorado espectacularmente, gozaban de la libertad de salir por las noches y llegar más allá de las 2 de la madrugada, siempre y cuanto su madre y yo supiésemos en donde estaban y se llevasen los teléfonos móviles.

Sin embargo, quizás envalentonadas por la presencia de Sarai y David una mañana hicieron algo que tenían absolutamente prohibido, alquilaron motos náuticas. Su madre y yo creemos que son peligrosas y que perturban el medio ambiente rompiendo la paz de la playa con sus excesivos decibelios. Lo que Diana y Mara no pudieron prever es que yo escrutaba con mis poderosos binoculares la playa con fines inconfesables como ver un bonito topless o algún bello trasero apretado por un bikini y me percaté que habían alquilado un par de motos y estaban saltando olas tan contentas.

Cuando volvieron los cuatro para la hora de la comida, las chicas fueron interpeladas y de forma muy descarada Diana contestó con un cierto tono de chulería con las consiguientes risitas de Mara, en apenas un segundo Ana y yo nos miramos y sentimos al unísono que todo esto nos recordaba a épocas superadas y en el instante siguiente decidí actuar tirando por la calle de en medio.

Les espeté,

- Parece que volvemos a las andadas, habíamos quedado que nada de motos náuticas!  Os pensáis que soy tonto ¿o que me chupo el dedo? Ahora os vais a enterar y será aquí, en el jardín delante de vuestro primo y de vuestra amiga que os voy a zurrar en el culo como a unas crías pequeñas

Ellas, protestaron vivamente al ver que yo no me detenía ante nada, ni siquiera en que había dos invitados en la casa que observaban atónitos la escena que se estaba desarrollando.

Esto duró solo unos instantes pues ordené a Diana bajarse el bañador hasta la mitad de los muslos y tenderse sobre mis rodillas. Protestó y se permitió palabras hirientes pero le advertí que todo sería peor si plantaba cara. Finalmente lo hizo y comencé a azotarla con una parsimonia y tranquilidad asombrosa, le obligué a contar los azotes y dar las gracias por cada uno, fueron unos 30. Con el bañador como lo tenía la hice colocarse de espaldas a todos nosotros mirando la zona del parrillero.

De inmediato le tocó el turno a Mara, siempre es más agradable azotar a Mara ya que su culete es redondo, duro y muy blanco. Yo mismo le bajé el bikini aún mojado y procedía a azotarla sistemáticamente. En medio de los azotes les dije a sus invitados que como se pusiesen tontos ellos también cobrarían, que no me costaba nada hablar con sus padres y sugerirlo.

Mara quedó expuesta mientras comíamos al lado de su hermana con el bañador por las rodillas y el trasero tatuado con mis manos.

Ana estaba de buen humor y los chicos invitados no decían ni pío.

A partir de aquí las sesiones de castigo se hicieron más esporádicas y las chicas cada vez fueron siendo más y más dóciles.
 
Muchas cosas cambiaron en nuestra familia. A mí me parecía insólito que un método tan tradicional como los azotes funcionase tan bien en el siglo XXI. Ana comenzó a disfrutar de una placidez y una tranquilidad de espíritu muy grande. Yo sentí que tenía un lugar en mi nueva familia. La armonía y el equilibrio reinan en nuestro hogar.

Mis pulsiones spanko, pese a un cierto conflicto interior, ya que por una parte me excitaba tremendamente azotar a Diana y Mara y me atrevería a decir que era recíproco y por otra estaba cumpliendo mi cometido en el pacto familiar, por lo tanto mis oscuros anhelos se veían canalizadas en una situación socialmente aceptada. Todo eran contradicciones en mi espíritu.

En un momento dado sufrí tanto con estas dudas que incluso, pese a no ser practicante, hablé con un sacerdote amigo de mi familia, un antiguo cura-obrero y misionero, a quien le expliqué la situación y él me dijo que si todos eran más felices, cosa que pudo constatar las veces que vino a comer a casa, y yo había triunfado sobre esos pensamientos con las chicas, esos castigos estaban justificados mientras no se convirtieran en práctica habitual sino excepcional y muy justificada. El buen cura me proporcionó una paz interior que yo necesitaba para dejar de debatirme en mis oscuras tribulaciones, Eso me tranquilizó mucho la conciencia.

Un efecto secundario fue que también mi vida sexual con Ana, que hasta el momento salvo la no práctica del spanking, no se podría calificar como vainilla, mejoró espectacularmente. Y esta es la parte quizás más sorprendente de este relato.

Un buen día en nuestro dormitorio hablando de los castigos que había aplicado a las niñas, como ella insistía en llamar a las mujeres que ya tenía por hijas, me dijo que ella nunca había recibido ese tipo de castigos. Si conocieseis al bueno de su padre lo entenderíais perfectamente. Quien ponía los límites en su casa de pequeña era la madre y por su fuerte carácter y determinación le resultaba innecesario recurrir al castigo físico. Y, Ana me decía que por no haber tenido esas vivencias, que le producía una gran curiosidad vivir la experiencia que había transformado a sus hijas, mientras me lo decía yo casi no me atrevía a respirar. También me dijo que quería vivir lo mismo que sus hijas y que no era por celos que me lo comentaba.

Finalmente se decidió y me preguntó que si yo me atrevería a proporcionarle unos buenos azotes en las nalgas. Yo no daba crédito a lo que oía, pero a pesar de que el corazón me batía al menos al doble de su velocidad de crucero, procuraba aparentar calma. Hasta tuve la sangre fría de hacerme el remolón y que ella – ya muy mimoso – me lo pidiese casi rogándolo.

-Papi, como me decía entre cariñosa y burlona, he sido una niña mala: castígame, porfa!

Cuando por fin accedí, bendita hipocresía, ella tuvo el buen gusto de cambiarse los pantalones que llevaba puestos por una faldita muy corta, creo que también se cambió la ropa interior y se puso un top muy cortito que, gracias a su tipo tan esbelto, podía lucir estupendamente, para secreta envidia de alguna de sus más viperinas amigas.

La coloqué sobre mis rodillas, levanté con una lentitud de ritual primitivo su falda, deslicé sus braguitas blancas hasta abajo del todo y comencé, primero muy suave, a azotar su culete virgen de palmadas. Cuando aceleré los golpes pretendía zafarse e interponía sus manos ente mi poderosa palma y su ya enrojecido trasero, pero yo solo me detendría si escuchaba la palabra “Stop” , que era la que habíamos pactado como medio de seguridad, no haciendo caso ni a sus ruegos ni a su llanto.

El hecho es que le di una buena azotaina y le dejé el culete rojo como un tomate y pensé al ver la reacción cromática que de alguien tuvo que heredar la piel tan blanca Mara. Luego la tendí sobre el secreter en una postura más forzada que separando sus nalgas permitía una visión más íntima de sus encantos más ocultos y reanudé mi tarea de forma constante y sistemática.

Al final, cuando di por acabada la azotaina, ella me dijo que le ardía mucho y si no le aplicaba una crema nutritiva, de esas de 130 euros el bote de 50 gramos que se apilan por docenas en su mesita de noche, cosa que comencé a hacer de inmediato. Le apliqué una generosa ración sobre su delicioso culito colorado que fui extendiendo de forma parsimoniosa por toda la superficie afectada y zonas anexas.

Todo esto tuvo en ella y en mi un efecto afrodisíaco de auténticos megatones de potencia. Tuvimos la mejor sesión de sexo desde que nos conocimos, para mí que hasta entonces me había mantenido frío o cuando mucho tibio, tal vez después de una sesión de azotes con las chicas, fue una excitación que parecía envolverme en todo el calor del trópico para terminar en increíbles explosiones simultáneas de placer. No es que hiciéramos algo especial o que tuviésemos una práctica que antes no hubiésemos tenido, creo que lo habíamos probado en materia de sexo estándar prácticamente todo, lo que ocurrió es como si nuestro motor sexual hubiese pasado de estar alimentado por un par de pilas de 1,5 Volts, todo lo alcalinas que se quiera, a enchufarse directamente a una línea trifásica de 380 V.

A partir de entonces estos juegos, se convirtieron en habituales e incluso añadimos muchos incentivos como el paddle y el cepillo y, más tarde, a través de un club que había en Internet, conocimos a otra pareja muy simpática que alguna vez los practicaba con nosotros. Si bien ahora casi no azotaba nunca a las chicas puesto que su conducta era cada vez más madura y cariñosa con Ana y conmigo, algunas imágenes de los azotes que les había proporcionado se quedaron a vivir para siempre junto a mis fantasmas preferidos. 

FIN

14 comentarios

Tere -

Muy mal por ti, el maltrato y la violencia siempre lo son y engendran más violencia, además de que se te olvida lo más importante, tú no eres el padre de las chicas, ni quién para maltratarlas y si yo hubiera sido alguna de ellas, te habría levantado una denuncia por maltrato y te habría azuzado a mi padre para que te las vieras con él.

Mar♥ -

otra vez me paso una cosa cuando tenia 10 años, estaba con justino k tenia 15 años recientes. estabamos en su casa, era una casa bastante grande y tenia unas escaleras bastante altas. ami me gustaba jugar al juego del carton, cojias un trozo de carton, te lo ponias debajo, te sentabas encima de el y te tirabas x las escaleras, era divertido xq resbalaba. entonces le dije a justino k estaba viendo la tele k me iva a juagr, y me pregunto a k, y le dije al juego del carton, y me dijo k "ni se me ocurriera, k me podria hacer mucho daño", pero yo pasé de el, y coji el trozo de carton. él no me dijo nada mas, porque el sabia k me aria daño, pero tambien sabia k yo iva a pasar de lo k me dijiera. entonces me tire un par de veces y me lo apse muy bien, luego me volvi a tirar y me lo pase muy bien, era muy divertido. pero uvo una vez k me tire y cn la mala suerte k se me resbalo el carton abajo y cai rodando de culo. entonces cai en el suelo estirada y llorando y chilando. entonces justino apago la tele, solto la psp de golpe y vino hacia mi y me ayudo a levantarme, y me dijo k k abia pasado.

Cuando me levanto del suelo y me puso de pie me dio 3 azotes muy fuertes diciendome que el ya me abia dicho k me iva a acer daño, y yo llore aun mas. me cojio me puso encima de la mesa, me bajo las bragas y la falda para ver k tenia, y tenia el culo rojisimo, se me abia salido un poco de piel y cn heridas cn un poco de sangre. me dolia muchisimo el golpe, y tenia algun k otro morado. cojio la targeta del medico y me cojio de la mano y salimos de casa. cuando el cerro la puerta con llave me cojio de la mano y me iva diciendo x el camino k me merecia tener el culo asi de mal. tenia una mirada super sexy hacia mi pero en realidad era seria, cuando intentamos cruzar una carretera sin kerer yo fui para alante y por poco me atropellan, pero garcias a k jsutino me estiro del brazo no me paso nada, y me dio otro azote y yo empece a llorar xq tenia el culete cn un poco de sangre y muy, pero k muy rojo, casi en carne viva, un poco menos. llegamos al medico y el se sento en una sila de las k abia en la sala de espera, y yo le decia k no me podia sentar k me dolia mucho, se kedo unos segundos pensando y me cojio en brazos y me puso sentada encima de sus rodillas. yo estaba llorando mucho de k me dolia, y el me decia k no pensara en el dolor, pero yo no podia parar de llorar, si eske todo me pasaba x no ahcerle caso. entonces un medico de 21 años ams o menos , de ojos azules y rubio me dijo k entrara, y juss me dio un beso en la mejilla y me dijo "suerte, no tengas miedo". entre y me dijo k k me apsaba, y le conte lo de mi culo. entonces me dijo k me pusiera boca abajo en la camilla blanca k abia al lado, le cie caso, entonces vino con algodones, betadine, un pote de alchool hacia mi. me kito la falda y las bragas dejando mi culo en pompa y sin nada. primero con un algodon y agua me lo paso x las heridas,, era solo agua pero me pikaba y me dolia mucho y yo daba paatdas y manotazos e la camilla, luego me puso como una pomada para k no se me infectara, entonces cojio el pote de alchol y me dijo k me doleria un poco, entonces me lo puso en la primera herida y como me dolio mucho sali de la camilla, sin ropa abajo y me puse arrinconada en la paret, no keria k me pusera nada mas, ya me dolia bastante, aunke era para curarme.
- ven aki.
-nooooooo! me duele mucho
- para k se te cure te tiene k doler un pokitin.
- no duele mucho!
se acerco ami con intencion de ponerme otra vez en la camilla y empece a decir unas palabras muy feas y a gritar y a salir corriendo x toda la sala, entonces el medico llamo a juss k entrara. al entrar yo no keria k me puseran nada mas, pero justino no se corto ni un pelo y me cojio de la cintura y me puse otra vez en la camilla. y yo daba patadas y me escapaba, entonces uvo un momento k justino me cojio otra vez de la cintura y me puso en la camilla, y me dio un manotazo un poco mas arriva del culo y me dijo en el oido :" o te kedas kietecita y dejas k te curen, o te dio una tunda de azotes ahora mismo y me da igual como tengas el culo, dime k prefieres, xq si kieres te dio unos cuantos azotes y ya veras como se te kita la tonteria" y le dije: "pero eske duele mucho...." y me dijo: "shhh, lo as entendido? asi k venga se una buena chica y dejate curar de una vez"
el docotr de kedo flipando cn lo kietecita k me kede y lo serio k se puso él, entonces cojio el alcohol y empezo a darmelo x todas partes de mi culete. juss me cojio las dos manos para k no diera manotazos, y el doctor cn una mano me aguantaba fuertemente la cintua y cn la otra me ponia el alcohol, y luego me puso betadine para k se me curase. finalmente me dijo k me pusera tumbada mirando hacia arriva y me puso en pañal, y yo le miraba a justino y el me decia k ya kedaba poco para irnos, despues de k me pusera el pañal, me puso mis bragas y mi falda justino y el doctor le pregunto k k me abia dicho pra k me kedara tan callada y kieta, y jusstino le dijo k era una cosa k siempre funcionaba conmigo , le sonrio y nos fuimos. cuando llegamos a casa me tumbe boca abajo en el sofa y justino estaba a mi lado sentado viendo la tele. me dolia mucho lo k me abia hecho solita, pero si no me uviera kedao callada y kieta en el medico, lo uviera apsado peor, creedme.

Mar♥ -

y una vez, k era un dia de verano, estaba cn justino en el jardin de su casa, él me cuidaba no habia nadie mas en casa, su hermanito acia un casal de verano y nuestros padres trabajaban. yo me lo pasaba muy bien cn mi primo; me enseño a juagr a basket, me tocaba la guitarra y me cantaba canciones, bailabamos....en fin, siempre me divertia cn él, pero akel dia ice k se enfadara mucho conmigo, y me lleve mi castigo, fue horrible.

resulta que él estaba sentado en una silla en el jardin escuchando musica y yo estaba jugando con una pelota, nos tenian prohibido ami y a su hermano jeremy subirnos a una casa que habia en un arbol, era una caseta de madera, pero yo nunca me abia subido, y aprobeche que justino no miraba para subirme. al subirme, era una caseta kualkiera, cn muñecos, cuentos llenos de polvo , hasta un trozo de pastel medio mordido.....me kede un rato alli, y me asome x la ventana, entonces me vio mi primo y se acerco al arbol y me dijo k me bajara, y yo le decia "no!"

justino: mar bajate antes de k te agas daño
yo: no kiero, estoy bien aki
j: bajate ahora mismo, puede ser peligroso, puede ser k te caigas
yo: no me bajare, me gusta estar aki
j: pero amr hace mucho k nadie sube, se puede romper perfectamente la casa, baja ahora
yo: noooo prrrr
j: mar, como no bajes te voy a dar
yo: me da igual, no me bajare de aki
j: prefieres bajar tu solita o k te baje yo mona?

la casa empezo a temblar, tube miedo , empece a tembar yo tambien, desee n aberme subido nunca alli, pero estaba a punto de caerme, me podria matar. por suerte cuando se derribo la casa justino me cojio y me llevo hasta la casa, mientras la caseta del arbol se derrumbaba. no me dijo nada, pero ya se por donde iva, me cojio fuertemente del brazo arrastrandome hasta la silla, se sento y me puso sobre sus rodillas, me subio la falda y me bajo las bragas, rapidamente empezo a darme muchisimos azotes seguidos, yo lloraba y decia k lo sentia, pero él no paro , se me ponia el culete muy rojo y él segui pegandome

SLAP, SLAP SLAP!

-lo siento , no keria romper la casa, auuu :'(
- la casa es lo de menos, podrias aberte hecho mucho daño!!!
-lo sientoo.......:'(
cada vez k keria tocarme el trasero juss me pegaba en la mano, yo lloraba muchisimo pero a el le daba igual
- llora lo k kieras, aun no has vivido nada bonita, esto es el pricnipio, ahora te dolera mucho mas ;)
- paraa, porfavoor.......me kema....
- y te kemara mucho mas ya te lo digo yo....se puede saber en k estabas pensando??? te peudes imaginar k huviera pasado si no te uviera cojido? la amdera se te abria caido encima! aver si aprendes a comportante como una niña de 11 años y no como una de 5!,, se te van a kitar las ganas de hacer lo k te salga....entiendes?

SLAP,SLAP,SLAP

me kito la falda y las bragas, y no me dejo con nada abajo, y entonces me dio mucho mas fuerte

SLAP, SLAP, SLAP

- te he dicho muchas veces k a las niñas malas como tu les pasa esto!
- auu paaara :'(me pica....
- asi??
me dio mucho mas fuerte
- aiiinxs:'(
- sisi ahora te duele, pero la proxima vez te dare cn un latigo, aver k te parece.
- nooooooo:'( seguramente k cualkier cosa duele menos k tu mano..auu...
- kieres k lo probemos y comparas? aver k te duele mas?

despues de darme unas cuantas veces mas me subio las bragas y la falda...
yo estaba a rebentar de llorar, y el estaba muy serio y enfadado, cuando me levante y le mire cn cara de cachorrito, se mordio el labio y me pego un azote mas fuerte y me dijo k cn el las caritas de perrito no funcionan, pero yo lo volvi a intentar, y me abrazo muy suavemente.
- k sea la ultima vez k tesubes a un sitio k yo te alla dicho k no, entiences? la ULTIMA vez! conmigo el chollo se te a acabado...
- lo siento.....:(
- almenos no te ha pasado nada, conparado con k la madera te abria matado....
me dio otro abrazo y me dijo k me fuera a la ducha.

no me podia ni senar en la bañera de lo k me dolia

Mar♥ -

yo esque era la tipica niña consentida k si no tiene lo k kieres se enfada y hace lo k le da la gana, y desde k Justino me dio esos azotes...mi forma de ser no canvio para anda lo kual dice k mas de 20 veces me lo ha hecho eso de ponerme sobre sus rodillas, me dava muy fuerte ami y a su hermano pekeño, yo lloraba muchisimo xq me dolian mucho, esa sensacion de k te esta pegando el chico k te gusta es muy desagradable cuando tienes solo 11 años, y para jereme devio ser muy vergonzoso k le pegara su hermano d 10 años mas mayor k él. cuando no le avise k fui a casa de una amiga fue la primera vez k me lo izo y fue algo nuevo para mi, pero me dolio igual k todas las veces k me lo ha hehco, xq eske lo acia tan bien eso de pegarme, como si tuviera experiencia.

mi sensacion muy detallada os la explico ahora:

yo me porto mal, el me dice k pare, me porto peor, el me dice normal pero cn la mirada desafiante k pare de ahcer cosas malas, yo sigo, se levanta de donde este y me dice k ya esta bien, y lo siguiente k recuerdo eske me coje de la cintura y yo temblaba x dentro, primero: cn la falda puesta y las bragas tambien puestas me azota, duele bastante y se te cae alguna lagrimilla y le ruegas k pare aunke saves perfectamente k el siguiente apso eske te suba la falda. Te suve la falda y te pega, ya tienes el culo rojo de antes pero ahora te lo pone mas rojo de un color rosado cn las bragas, tu lloras xq te duele mucho y le dices k lo sientes, pero luego es cuando t baja las bragas, te deja el culo rojo como un tomate sin exagerar, me dava unos 400 azotes sin exagerar para nada y me los dava fuertes ni muy rapido ni muy lento, se podia sentir k x cada SPAM lloraba mas,me iva resbalando de sus rodillas por k cada sension de azotes duraba una media hora y el me subia otra vez, gritaba al final yo mucho y tenia el culo lo ams rojo posible y aun asi se veia la marca de su mano. el me dejaba un rato en sus rodillas y me decia lo k havia hecho mal, era muy vergonzoso. al final me atudaba a levantarme y yo estava cn la cara muy roja cn mis ojos azules cn muchas lagrimas y cn las dos manos tocandome el culo. finalmente me solia decir la mayoria de veces k me pusiera cara a la paret y k si se me ocurriera mirar cuando él estava enfadado, ( eske yo hacia enfadar a la gente jeje) aveces me giraba disimuladamente y el venia ami y cn la mano abierta me dava otro azote fuerte y me decia " k te he dicho", cuando me ekdava mas o menos un kuarto de ora cn la cara en la paret y cn el culo rojo me dava un abrazo y me decia k todo havia pasado pero k lo volveria a hacer si me volvia a protar mal, y no mintio me lo izo muchas veces.


lo mejor de los azotes era el abrazo final, por....jejeje....mi cara tocaba su barriga delgada y eso me gustava mientras sus manos tocaban mi espalda.

si me acuerdo ya os seguire contando, k tengo mucha experiencia con esto

Mar♥ -

y aunke mi primo fuera el chico mas guapo k havia visto y me gustase, jamas me dava placer k me pegase. por que yo tenia solo 11 añitos recien cumplidos en las 2 historias, si tuiera 17 x ejemplo me daria gusto estar en sus rodilals y le pediria k me diera mas fuerte ( lo kual era casi imposible, me dava cn todas sus fuerzas) y le diria k me diera mas y k no parase, pero no. estar en sus rodillas cn el culo al aire y super rojo me dava verguenza y yo lloraba mientras me llamaba niña mala, y me acuerdo k me dolia tanto k dava patadas para k me soltase pero cuando mas me movia mas fuerte me dava, y a su hermano jeremy pekeño igual.

Mar♥ -

muchas mas veces me ha hecho eso mi primo, y solo él, mis apdres nunca me pegaban, y si lo uvieran hecho no abria sido tan maleducada mimada y consentida, pero ueno mejor no lo uviesen hecho xq me abria enfadado cn ellos despues de pegarme, pero cn mi primo no me enfdaba, xq era demasiado uapo, y estaba enamorada de él, pero si k yo lloraba mucho xq me daba muy fuertte, iamginatte un chico de 15 años a una niña de 11, cuando os he contado lo de k me pelee cn mi primo pekeño y el nos astigo a los 2, el nos pego cn la misma fuerza a los 2, x eso jeremy lloraba mas k yo y mira k yo inundaba la casa xd...si me acuerdo ya os ire contado mas cosas de estas xd


me dolia mucho lo fuerte k me dava mi primo, pero me dolia mucho ams estar en sus rodillas cn el culo super mega rojo llorando y el mirandome muy serio......me dava una verguenza, no hacia falta azotarme cn estar en las rodillas de un chico uapo cn el culo al aire ya era castigo, pero, como dolian..............

Mar♥ -

Tambien me acuerdo 1 vez que nos cuidaba mi primo Justino ami y a su hermano jeremy, yo tenia 11 años y jeremy 5, estabamos viendo el tom y jerry y de repente justino desde su cuarto nos dijo k fueramos a la ducha y nos vayaramos kitando la ropa, pero nosotros no le icimos kaso. Al cabo del rato Justino vino y nos dijo k fueramos a la ducha de uno en uno y k nos pusieramos limpios, ami y a jeremy no keriamos ducharnos, pero teniamos k ahcerlo, la discusion comenzo en quien se duchaba primero, todo fue asi:
-jeremy te duchas tu primero y luego yo
-yo no kiero primero, mejor tu
-nono tu antes
-nooo tu

los dos eramos unos crios pekeños yo de 11 y el de 5 , yo llevava unos pantalones tejanos cortos y una camiseta rosa, y jeremy unos pantalones amarillos cortos y una camiseta roja. estuvimos mucho rato discutiendo y vino Justino a decirnos k nos decidiesemos pero no havia manera
empezamos a pelearnos, el me cojia de las coletas y yo a él lo empujaba y nos davamos patadas. Justino intentaba separarnos pero no podiamos, el no defendia a ninguno ni a su hermanito ni a su "niña consentida", todo el rato pelearnos sin parar tirandonos de los pelos, rebolcandonos x el suelo y Justino decia k parasemos ya pero no le escuchabamos, se sento en una silla cn las manos juntas esperando a k parasemos, el se sneto en una silla para esperar a k parasemos, el tenia mucha paciencia. pero llego el gran momento, de tanto pelearnos empuje a jeremy contra la paret y al estamparse muy fuerte mente contra la paret ejremy vino a mi corriendo cn lagrimas y me metio unmordisco muy grande en la mano aciendo k me slaiera sangre. Justino cojio a jeremy x los pantalones y mientras yo lloraba x mi mano , Justino le deba muy fuerte a jeremy y jeremy lloraba mucho, luego lo solto y le dijo a jeremy k se kitara ala ropa k le tocaba ducharse, pero yo no me libre. Justino me cojio de la cintura y me dio ami tambien azotes, muy pero k muy fuertes. yo le decia k havia empezado él, y él me decia k yale havia dado su merecido a su hermano, ahora me tocaba ami. despues de llorar yo mucho me solto y me dijo k me kitara la ropa, k NOS IVAMOS A DUCHAR JEREMY Y YO JUNTOS AL MISMO TIEMPO, ninguno antes k otro. Nos kitamos la ropa jeremy y yo llorando como magdalenas y al kitarnos toda la ropa pudimos experimentar k teniamos el culo super colorado. Justino nos aviso k no keria escuchar ni una keja mas, esas experiencias no me las kitare nunca de la cabeza, por k son muy dolorosas, las reucerdo como si fueran ayer.

Mar♥ -

Lo que me pasó ami cn mi primo Justino fue algo que va por camino... aun me duele las nalgadas que me dió aquel dia

Justino era un chico de 15 años, con una cara preciosa, piel blankita, pelo castaño claro y lo tenia de lado, ojos marrones cn miradas preciosas...el chico mas guapo que havia visto yo en mi vida. El tuvo muchas novias pero las dejaba rapido, y sabia tocar la guitarra y el piano.

yo siempre he sido rubbbia, de ojos azules, solia llevar falda casi siempre y el pelo suelto. Tenia 11 años recien cumplidos y estaba perdidamente enamorada de Justino, ademas yo era su consentida, siempre etaba con él y me tocaba canciones, tenia una voz muy preciosa. pero jamas me imagine lo que me izo.

Resulta que mis padres se tenian que ir a un sitio, y yo no tenia hermanos asi que me iva a quedar sola bastantes dias, asi que el se ofrecio a venir a verme para que iciese los deberes y que no estuviera completamente sola. Un día me quede a dormir en casa de una amiga, y no se lo avise, él se asustó muchisimo y como yo no tenia movil no me podia llamar. Y eso que vine al dia siguiente que era sabado a las 10 de la mañana, hacia mucho sol y yo venia cn mi mochila. Abri la puerta y subi al piso de arriva que havian unos cuadros que dibujaba mi padre y un sofa cn una tele, al subir estaba justino leyendo un libro. Subi con un poco de miedo, porque se me habia olvidado decirle que no iva a dormir en casa, y yo cn 11 años. Sin soltar el libro, ni levantarse, me dijo que me pusiera de cara a la paret y yo le ice caso, pero eso que le dije:

-Justino, enfadado?

él sin apartar la vista del libro dijo:
-Tu que crees
-Pero me perdonas esque no me di cuenta porque...
no me dejo terminar y me dijo:
-Shhh, callate, no tengo ganas de escuchar tus tonterias.
Él estaba muy serio, pero a la vez sexy , movia su pelo para un lado y se lo tocaba pero no apartaba la vista del libro, aveces me miraba.

yo me estaba aburriendo mirando a la paret y un poco avergonzada, y le dije:
-Justino me aburro, puedo sentarme cntigo?
-No
-Me tocas una cacion cn la guitarra?
-No
-jooooo, puedo...
-No mar, kedate hay, y no digas nada. ( me lo decia cn voz normal, sin chillar)
-joooooo joder Justino vaya mierdaa
-Shhh, mar ya esta bien

le di una patada a su guitarra y se levanto dejando el libro en la mesa, luego coji una piedra de decoracion k tenia mi madre y la tire, rompiendo uno de los cuadros k tenia mi padre, entonces Justino vino ami , con su mirada me miro como nunca nadie me abia mirado, una una mirada amenazadora, yo me asuste mucho cuando me cojio del brazo y me dirigio al armario, y alli cojio una chancla cn mucha suela.
-k aces a donde me llevas? Justino me haces pupa en el brazo
- mira mar no keria hacerlo pero tu as kerido, ya esta bien de ser una niña mimada.
no sabia a lo k se referia cn eso, pero me lo fui imaginando.
se sento en una silla y me tiro hacia sus rodillas.
-Justino no porfavor.
me miro cn la mirada de amaneza y no me dijo nada.
cojio la chancla y empezo a darme azotes, cada vez me daba mas fuerte y se notaba, cn esa suela me picaba en las nalgas y cuando yo keria hablar me dba mas fuerte. Me dolian , pero no lloré, me kede un rato en sus rodillas y finalmente me levanté, aunke me dolian bastante, luego me tiro del brazo al sofa y me agarre a la parte de arriva, cojio su cinturon ( k era de marca, toda la ropa y todo lo k el llevava era de marca siempre) y empezó a darme, no me bajo la falda ni las bragas pero me dolia bastante. Me daba y me dolia y haveces gritaba yo un poco pork me dolia, se me escapo alguna lagrima pero no lloré del todo. Justino me miro cn sus ojazos marrones, y no me decia nada, se hacercaba ami y se ponia las manos en la cintura como en tetera. Finalmente me cojio y se volvio a sentar en la silla, esta vez me subio la falda y me bajó las bragas, me dio azotes esta vez cn la mano, no me imagine k me doliera mas cn la mano k cn el cinturon, cn el conturon no me dio muy fuerte porque sabe k me podia romper el culo, cn la chancla me daba fuerte pero no muy rapido, aunke dolia igualmente, pero cn la mano abierta me empezo a dar azotes y cn su fuerza me hacia mucho mas daño, yo esta vez llore y mucho, porque él no paraba, yo no le decia nada porque sabia muy bien k no me hablaria. me daba muy fuerte y esta vez las nalgas se me ponian super coloradas, mas k cn la chancla y el cinturon ( pero eske esta vez no tenia ni falda ni bragas) me daba muy fuerte, pero k muy ferte y empece a llorar mucho, me agarre a su pierna y mis ojos estaban llenos de lagrimas, y cada vez k me daba me temblaba todo el cuerpo, jamas me imagine k Justino tenia tantisima fuerza, me dejo la marca de su mano puesta, se veia todo mi culete rosado y una mano en cada nalga. Cuando me dio unos 200 azotes ( sin exagerar) me dejo un rato en sus rodillas y yo lloraba y me dijo entonces:
- La proxima vez te acordaras de k tienes k avisar antes de irte a ningun lado y mas a dormir a otra casa.Mar, te lo mereces.
y me dio un azotes muy fuerte el mas fuerte de todos lo k me abia dado este era exajeradamente fuerte.
empece a llorar y a decirle k lo sentia, yo estaba enamorada de él pero me daba mucha verguenza estar cn el culo muy rojo en cima de sus rodillas, me ayudo a levantarme y cuando yo me subia las bragas y me ponia bien la falda llorando, mas k nunca, me dio un abrazo muy cariñoso, y un beso en la mejilla, y me acariziaba el pelo, y me hablaba:
-No vuelvas ha ahcer estas cosas vale? venga k me tenias muy preocupado, yo te kiero chikitina no dejaria k te pasara nada, eres la unia prima k tengo. pero la proxima vez piensatelo dos veces por te dare mas fuerte si vuelva a pasar. y yo me asuste y llore xq me dolia muchisimo y me abrazo nuevamente.
Me sente en el sofa cn él y vimos un poco la tele, el me cojio en brazos en el sofa y me miraba y me sonreia, pero ami se me caian las lagrimas, y de vez en cuando volvia a llorar x me dolian muchisimo y em me abrazo y me puso su mano en mi barriguita, tenia una mano muy bonita, era blankita no mucho, cn unas uñas perfectas y muy bonitas las manos pero muy pero k muy fuertes. Me kede dormida y el una manta sobre mi.

ahora tengo 20 años y aun recuerdo akello, creo k aun tengo la amrca y me duele solo de pensarlo, desde ese dia tuve mas cuidado cn mis formas de contestas y de no abisar. Ahora se como se sentia una guitarra sobre sus rodillas. espero k os aya gustado :)

Angel -

Pues no le veo nada extraño.
A mí, me hubiera gustado, que, mi padre me pegase al culo.
Yo siempre era demasiado pequeño o demasiado mayor para todo.
Mis hermanos pequeños, podían salir con chicos del barrio, yon no, me podían pervertir.
Mis hermanos mayores podían salir de excursión, de acampada, yo, no, me podía poner enfermo.
Y así toda la vida

Fer -

Muchas gracias Frannewassos!

Frannewassos -

Un relato soberbio, la verdad. Sobre todo la primera noche: la imagen de las dos hermanas culo al aire y cara a la pared es de antología. Y el hecho de ocurrir en familia le da un toque incestuoso que, desde luego, aumenta el morbo.

amparo -

esto no me a gustado nbada balla merda de azotaina

Iván -

Lo hiciste muy bien pero tal vez tensdrias que habarle pegado asi 300 azotes y a la otra igual.
Y en la piscina 400 a Ana y igual a la otra.
Iván

Ana K. Blanco -

Excelente relato querido amigo, me gustó mucho. Solo una sugerencia: escribe relatos más seguido y deleítanos con historias como esta. Un beso