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Relatos de azotes

EPÍLOGO DE

Autor: Amadeo Pellegrini Acosta


...Ella continuaba eufórica y exultante, subrepticiamente dirigiéndose a mi con seriedad como si de golpe hubiera recobrado la cordura, dijo:
-Bobby querido, debes dar tu conformidad a Reginald cuanto antes así fijamos pronto la fecha de la boda, quiero retenerlo conmigo para siempre. Y sin más me estampó un par de sonoros besos en las mejillas.


-EPILOGO-

Como comprenderán los lectores nada me quedaba por hacer. En realidad nada, lo que se dice nada no; cabía aun la posibilidad de recurrir a la drástica solución del crimen.

Estoy escribiendo estas memorias desde la prisión de Dartmoor donde estoy purgando una condena de veinte años de reclusión, culpable de tentativas reiteradas de asesinato con circunstancias agravantes en las personas de mi medio hermana y de Reginald Mount-Garble.
Pueden creerme que más que la condena en sí me subleva la circunstancia que mis bienes personales de cuya administración fui privado por orden judicial fueron confiados al gobierno de mi cuñado por carecer yo de otros familiares más cercanos.

De mi cuñado sí, porque al final esos dos se salieron con la suya, ahora bien, si por casualidad imaginan que he cambiado de opinión debo decirles que de ninguna manera, sigo sosteniendo que el perfecto caballero no existe, aunque si que existen personas con suerte, como ellos y otros como yo con muy mala suerte.


-FIN-



APUNTES PARA EL EPILOGO



“Que las ramas no impidan ver el bosque” (refrán popular)


A los lectores:

Queridos amigos el cuento “Un Perfecto Caballero” tiene un solo protagonista: el señor Robert (Bob)Wilson, medio hermano de Millicent, ésta y los demás personajes son secundarios, la verdadera trama es que ese señor que “administraba” los bienes de la muchacha, con su boda no sólo se vería privado de disfrutar la renta de tales bienes sino que debería rendir cuentas de lo que hizo con ella. Como el mismo se reconoce jugador, libertino y borrachín necesitaba impedir la boda a toda costa.

El relato en primera persona tiene como lo dice el protagonista carácter de “memorias” vale decir está recordando todo lo que hizo para impedir el matrimonio (contratar un detective, etc.) En las reflexiones que hace advierte que le quedan dos caminos: hacer que la muchacha desista de casarse o cometer un crimen, también se reconoce incapaz de retarlo a duelo.
Lo lógico es que los lectores se pregunten ¿Por qué escribe esas memorias y desde dónde las escribe? ¿Por qué destila tanto odio?

En la última parte cuando Millicent fascinada con su novio spanker decide casarse cuánto antes ¿Qué otro camino le queda a Wilson para impedir la boda? El crimen, naturalmente.
Y aquí es donde se me presentó la encrucijada porque sabía de antemano que las memorias las escribía en la cárcel; entonces tenía que convertirlo en asesino por medio de veneno, armas de fuego o accidente provocado, o bien dejarlo en la etapa de tentativa de asesinato y con eso mandarlo a la cárcel, preferí lo último para que el relato tuviera un final feliz para la pareja.

La idea de invitarlos a proponer un final me vino después, no quise darle el carácter de desafío porque eso implicaba pedantería de mi parte, era como decirles ¿Vamos a ver si son capaces de encontrarle un final como el mío? No, mi idea era explorar la posibilidad que imaginaran otra salida siguiendo la lógica de la historia porque la verdad es que yo no la encontré, me vi atrapado por mi propio argumento.

Por otra parte la ocurrencia de hacer participar a los lectores en la resolución de los enigmas tampoco es original la han usado varios autores de novelas policiales, si la memoria no me es infiel uno de los que más la emplearon fue "Ellery Queen".

Me queda por último agradecer a todos los que han participado incluída la "fuera de concurso" que también desconocía el final.

Amadeo

1 comentario

julio jorge salomon -

Yo la dejaria casarse con ese hombre y que se de cuenta sola de la clase de persona que es.- Un abrazo.-