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Relatos de azotes

El exámen final

Autora: Flakita

Aquel día Andrea se despertó temprano, era el último día de clases y ya no tendría que volver a ese odioso colegio religioso y por fin iría a la universidad. Salió de la ducha y comenzó a vestirse, al colocarse la falda y verse en el espejo sonrió y comenzó a recordar todos aquellos castigos que recibió de parte de la directora por llevarla tan corta, cuántas veces había terminado sobre las piernas de sus padres por todas aquellas quejas y avisos que la escuela hacia llegar a su casa, todos aquellos días que la suspendieron y que terminaban siempre en algún rincón de su casa con su trasero ardiendo y adolorido a la vista de sus padres o hermanas, pero el único castigo que ella quería recibir era el de Mauricio su maestro de literatura, un hombre joven, alto, de tez morena y mirada penetrante, fue su maestro durante este último año y aunque ella siempre lo provocó llegando tarde, no haciendo sus trabajos y hasta en ocasiones contestándole de mala manera él solo la mandaba a la dirección, todo el año ella soñó con el durante las noches, esos sueños donde él la reprendía y después la obligaba a inclinarse sobre sus piernas, le levantaba esa corta falda del uniforme que usaba y comenzaba a azotarla cada vez con más fuerza mientras ella se humedecía, él acariciaba sus nalgas desnudas y de vez en cuando sus dedos se concentraban en otra parte más íntima y al darse cuenta de lo excitada que ella se encontraba, terminaban teniendo sexo sobre el escritorio, completamente desnudos. Ella no podía dejar de pensar en esos sueños, sueños que volvían a su mente cada vez que lo tenía enfrente, y que ahora siendo el último día que lo vería no se quitaban de su cabeza.

Pero hoy era el último día y ella no le quedaba más que darse por vencida y dejarlo todo en sus sueños, además tenía que hacer un buen trabajo final ya que no quería tener problemas para entrar a la universidad por lo que se esforzó bastante en esta ocasión.

De pronto al ver el reloj se dio cuenta de lo tarde que se le había hecho al estar recordando lo que aquel maestro provocaba en ella, así que termino de vestirse rápidamente, y corrió hacia el colegio, y aunque el colegio estaba aun par de calles de su casa no logro llegar a tiempo. 

Cuando abrió la puerta de su salón, uno de sus compañeros ya se encontraba exponiendo el ensayo que había pedido el maestro para la calificación final, sus demás compañeros estaban en sus lugares, poniendo atención, y Mauricio detrás de su escritorio, al notar su llegada se acercó a la puerta.

- Entra rápido, ni el último día puedes llegar temprano - dijo Mauricio en tono molesto y con voz baja para no interrumpir.

Ella rápidamente se dirigió a su lugar y se dispuso a escuchar a su compañero. Pasaron unos 5 compañeros más y Mauricio le indicó que era su turno de presentar el ensayo. Ella sonrió y comenzó a buscar en su mochila, de pronto en su cara se comenzó a notar un poco de preocupación.

- ¿Pasa algo Andrea? -Preguntó Mauricio al ver su nerviosismo.

- Disculpe profesor, pero con las prisas dejé mi ensayo en la casa, pero vivo aquí muy cerca y puedo ir y regresar con el, no me tardo ni 10 minutos.

- No Andrea, ya estoy harto de tu actitud, pensé que te importaría este trabajo por que es importante para tu ingreso a la universidad, pero ya veo que no, y ahora voy a hacer algo que hace mucho tiempo debí hacer- dijo Mauricio mientras la jalaba del brazo y la llevaba al frente del salón.

Ella no creía lo que estaba pasando, por fin su sueño se iba a realizar, pero no quería que sus compañeros estuvieran presentes.

Mauricio colocó una silla en frente del salón, se sentó en ella y le ordenó que se recostara sobre sus piernas.

- ¡No! No puede hacerme esto enfrente de mis compañeros, por favor.

- Tu pésima conducta y tu insolencia siempre ha sido en frente de tus compañeros así que tu castigo será enfrente de ellos también -le dijo Mauricio mientras la jalaba del brazo y la colocó en la posición que le había indicado.

Le levantó la falda y dejó caer el primer azote, ella no pudo más que dar un salto por la fuerza del azote, en ella hubo muchas sensaciones en ese momento, desde dolor y humillación hasta excitación, se sentía tan apenada de ser castigada en frente de sus compañeros, los cuales observaban muy fijamente, y sus ojos reflejaban sorpresa, curiosidad, y en algunos otros un cierto agrado por aquella escena.

Los azotes continuaban dejando cada vez mas rojas las nalgas de Andrea, después Mauricio bajo lentamente sus bragas y dio unos 30 azotes más, mientras ella no hacia mas que tratar de zafarse por lo que Mauricio la golpeaba con más fuerza. De pronto se detuvo y la acarició un poco, sintiendo esa calidez en sus nalgas.

- Levántate- le ordenó.

Ella lo hizo sin voltear a ver a nadie ya que estaba muy apenada por lo que había sucedido y ni siquiera podía levantar la mirada.

- Quédate ahí, volteando a la pared, con tu falda arriba y tus bragas abajo para que todos puedan ver lo que provocó tu conducta- le dijo Mauricio mientras le señalaba un rincón en el frente del salón.

Ella se colocó donde Mauricio le había ordenado mientras escuchaba como sus compañeros continuaban con sus presentaciones, ella estaba tan excitada y húmeda por esa sensación de ardor en sus nalgas y de humillación por estar ahí con sus nalgas al descubierto mientras todos veían las marcas de su castigo.

Al terminar todas la presentaciones, los alumnos se retiraron, quedando solos en el salón Mauricio y Andrea aún en el rincón.

- Date la vuelta y acércate.

Andrea al voltearse vio a Mauricio cerca de su escritorio.

- Profesor discúlpeme, de verdad me esforcé en este trabajo y si me permite se lo puedo traer ahora mismo -le dijo mientras se acercaba a él.

- No, Andrea; ahora mismo vamos a continuar con el castigo, inclínate sobre el escritorio.

Ella lo hizo sin pensarlo, el escuchar esas palabras hicieron que su excitación aumentara. De pronto sintió el impacto de la regla de madera, era un dolor más intenso y no pudo evitar que las lágrimas se le salieran. Después de 30 azotes se detuvo y acarició sus nalgas, ella hizo un pequeño gemido que más que ser de dolor fue de placer. El sonrió disimuladamente y le ordenó que se pusiera de pie.

- Puedes irte y mañana espero tu presentación, y de verdad espero notar tu esfuerzo -le dijo Mauricio con un tono serio.

Ella subió su bragas y se acomodo la falda, le sonrió a Mauricio y salioó del salón. Se fue a su casa casi corriendo, estaba ansiosa por ver en el espejo las marcas de su castigo, al llegar a su casa, subió a su cuarto y cerró con llave, observó sus nalgas rojas en el espejo y no pudo evitar tocarse hasta llegar al orgasmo.

Al día siguiente, llegó muy temprano a la escuela y presentó su ensayo, Mauricio la felicito, y estaba sorprendido del buen trabajo que había hecho Andrea.

- Parece que de verdad te esforzaste, y vas a tener una buena calificación, puedes irte -Ella tomó sus cosas y se dirigía a la puerta.

- Aunque me hubiera gustado más tener que castigarte de nuevo- le dijo Mauricio sonriendo.

Ella solo se sonrojó, le sonrió y salio del salón.

A partir de ese día ninguno de los dos pudo olvidarse de lo que sucedió, pasaron un par de años, y un día se encontraron, ellos comenzaron a salir, y ella le confeso todo lo que le provocó ese día y lo mucho que lo había deseado. A partir de eso comenzaron una relación.

Ahora están juntos y de vez en cuando juegan a la alumna irresponsable y al maestro severo.

- FIN -

4 comentarios

Gabriela Sánchez Barrionuevo -

Ahora estoy en una horrible espera de saber si pase o no educación física, ya que por mi condición de autismo a última hora el profesor me envió un trabajo escrito, pero antes el ya me había puesto bajas notas y me tenía mala voluntad por discapacidad. Las dos últimas clases vino un profesor de reemplazo que me mando un trabajo más y me tomó un examen escrito rebuscado. Como no saque la nota mínima de aprobación que es 70/100 sino 67/100, él me tomó dos preguntas más y llegué a 69/100, pero mi padre le rogó que me suba un punto más que me faltaba para aprobar, pero el profesor le noté indeciso de si subirme o no; el anterior profesor en la mitad del ciclo me robó tres puntos, de los cuales el último profesor me devolvió 2 pero me hace falta uno más , de los 3 que me robó el otro, será que me sube o no. En realidad sigue habiendo la deuda de un punto más, Dios sabe que si robo 3 puntos el anterior profesor y el de remplazo me pagado devolviendo me 2 todavía me debe 1 más que necesito para pasar.

Anónimo -

Por cierto, al final termine siendo un fan del spank gracias a eso. Ahora me gusta dormir (y tambien andar cuando no hay nadie en mi casa) desnudo como lo hice despues de aquella paliza jijijiji......

Anónimo -

Hola a todos, me llamo Joseph, tengo 15 años. La paliza que recibi fue parecida. Mi papa me dio la peor paliza de mi vida hace 1 año a los 14. Todo fue por haberme estado escapando del colegio los viernes y por no estudiar en semana de examenes y encima de todo le estube mintiendo a el ya a mi mama diciendoles que habia salido mas temprano y en realidad solo me iba a vaguear con unos amigos al centro de la ciudad. Saque un 50 en el examen de matematicas y en una de tantas mi mama se dio cuenta de la verdad de que me estaba escapando y se lo conto a mi papa que se puso furioso, pero que le habia dicho a ella que el me castigaria el sabado por eso. Y ese sabado, despues de que me levante como a las 8 am, me fui a duchar y cuando sali, mi papa me dijo ven tenemos que hablar hijo y me llevo a un cuarto donde habia una camilla y estaba mi mama tambien alli, muy enojada. Me dijeron lo que yo habia hecho y yo aun les segui mintiendo, pero al final pues tuve que confesar la verdad. Mi mama muy enojada me dijo que mi papa me daria el castigo por eso que hice y luego salio de la habitacion. Acto seguido, mi papa me tomo, me ato de manos y pies a la camilla y me quito la toalla con la que me cubria. Asi totalmente desnudo, me empezo a dar azotes con mucha fuerza en las pompis con una paleta de madera, el los conto y fueron 200 al final. Mientras me azotaba, yo lloraba. Al principio disimuladamente; pero luego como un bebe en total desconsuelo. Me retorcia, apretaba los dientes y gritaba del dolor, mi cabello cubria mi rostro que estaba bañado en lagrimas. Ya papi, ya no me pegues por favor, no lo vuelvo a hacer le suplicaba desesperado y llorando a mares, pero a el no le importaba, me decia que estaba decidido a que yo no hiciera eso nunca mas. Me dejo las pompis moradas y casi sangrando, me fui a mi cuarto apenas cubierto con una toalla, muy adolorido y quede abatido y exhausto por la paliza que recibi. Papa y mama llegaron a mi cuarto y me dijeron ya en un tono amoroso pero firme y con amor de padre y madre: no hagas eso mas, no vuelvas a mentir y ahor reflexiona y piensa en lo que hiciste. Yo llore y les pedi perdon por mentirles, les prometi jamas volverlo a hacer. Senti la suave y delicada mano de mi mama por toda mi cabellera y luego cada uno de ellos me dio un beso en la cabeza y un abrazo. Cuando por fin salieron, arrastrandome y a duras penas, tome un bote de Cofal que habia. Me quite la toalla que me cubria y me puse Cofal en mi castigada y adolorida colita aun haciendo unas muecas de dolor. Toda la tarde estuve desnudo metido en mi cama, me quede dormido (boca abajo claro) despues de eso y desperte cuando ya eran como las 4 pm. Despues de eso, no me pude sentar adecuadamente como en 1 semana, yo diria casi 10 dias, fue uno de los peores momentos de mi vida y ni se diga las clases de educacion fisica que tuve durante la semana despues del castigo. Ahora por eso, aunque mi papa y mi mama me permiten ciertas libertades, como andar el cabello largo, vestir de cierto modo y traer amigos a mi casa, les obedezco en todo lo que me digan, preguntenles como soy ahora, no de 100 corrido pero si no falto a clases, llevo las tareas y estudio para los examenes. La verdad a los jovenes y niños de hoy en dia a veces si les hace falta una buena paliza y yo entiendo que mi papa hizo eso por mi bien.

jesus -

esta historia estuvo exitante con esta historia hasta me dan ganas de masturbarme